sábado, 17 de diciembre de 2016

MacBook Pro, el portátil de la barra mágica




La nueva gama de portátiles de Apple incorpora novedades (en algunos modelos) como la Touch Bar y estrenan un diseño mucho más compacto, pero se esperaba algo más.

Cuando lanzó el MacBook Air en 2008, Apple redefinió cómo debía ser un portátil. Fue muy criticado por perder puertos, conexión Ethernet... Sin embargo, en poco tiempo, muchas marcas optaron por el mismo tipo de diseño ultracompacto, con memoria sólida, menos conexiones USB... Hasta que Intel vino a definir la categoría "ultrabook" prácticamente con las características de un MacBook Air, entre otras, su ligereza y volumen compacto.
Sin embargo, a los portátiles más serios de Apple les ha costado bastante más tiempo adaptarse. Hasta ahora con el nuevo MacBook Pro.
Antes de hablar de su potencia o de la calidad redoblada de su pantalla retina, hay dos aspectos que destacan: el diseño y la famosa Touch Bar. Aunque, probablemente, haya una apreciación previa: si has utilizado en alguna ocasión en los últimos cinco o siete años un Mac y te has sentido cómodo, con el MacBook Pro te vas a sentir como en casa.
Ésa ha sido mi sensación. Vaya por delante que he usado indistintamente Mac y PC durante mis últimos 20 años laborales, pero arrancar el Pro que he estado probando estas dos semanas y no echar nada de menos ha sido inmediato. Eso es bueno y, a la vez, malo. Me explico. Que MacOS es un sistema operativo de uso intuitivo, estable... que se entiende perfectamente con el hardware que diseña Apple... no hace falta demostrarlo ni volver a ponerlo en valor. Pero tal vez va siendo hora de dar un paso adelante.
La barra de herramientas es una pieza diferencial tanto por software como por hardware, pero no es el paso adelante al que me refería en el párrafo anterior. Me quedo con la sensación de que no ha habido efecto mágico. Y eso que la barra mola.
Hace ya una década se presentó un teclado en el que los botones tenían minipantallas OLED. En función del idioma o de otros criterios, se podía cambiar el símbolo y la función que realizaba cada tecla. Del Optimus yo no he vuelto a oír hablar, pero esta Touch Bar es una evolución radical de ese concepto.


La Touch Bar en acción. Las teclas de función se han sustituido por una pantalla táctil que cambia con la aplicación que estemos utilizando en ese momento.

Una pantalla con resolución retina reemplaza en ciertos modelos de MacBook Pro la fila superior de teclas de función, desde la de Escape (esc) hasta la de expulsión del disco. Es personalizable, cambia en función del programa que estemos utilizando, se puede interactuar con ella... Con un mínimo aprendizaje se convierte en una herramienta muy cómoda tanto para escribir un correo electrónico como para navegar por la web o para manejar fotos.
Como complemento de la Touch Bar, en el extremo derecho de la barra está el Touch ID, una superficie de cristal de zafiro incrustada en un marco de acero que funciona como el lector de huella dactilar de un móvil o tableta. Se puede utilizar para arrancar el portátil con seguridad o para realizar pagos a través de Apple Pay.

Comprimido

Con lo que lleva dentro el rediseño para crear un portátil fino y ligero ha sido casi total, incluidos los altavoces, la pantalla y el sistema de refrigeración. El resultado es una combinación entre un MacBook Air y un Pro convencionales. Para ir haciéndose a la idea, el de 15 pulgadas tiene 15,5 milímetros de grosor, un 20% menos de volumen que la generación anterior, pero el de 13 pulgadas es más fino y más ligero que el Air de 13 pulgadas. Las medidas exactas del más grande, en realidad la pantalla es de 15,4 pulgadas, son 15,5 milímetros de grosor por 349,3 de ancho y 240,7 de fondo y pesa 1,83 kilos. El de 13: 14,9 x 304,1 x 212,4 milímetros y 1,37 kilos. Por fin se aúna potencia para trabajar (y para entretenerse) y portabilidad total.
Los nuevos MacBook Pro utilizan la sexta generación de procesadores de Intel. El de 15,4 pulgadas se puede configurar con un i7 de cuatro núcleos a 2,7 GHz y Turbo Boost de hasta 3,6 GHz. La gráfica puede ser la Radeon Pro 460 con cuatro gigas de memoria. El resultado es un rendimiento un 130% mejor en gráficos; un 60% superior con juegos y un 57% más rápido editando vídeo.
Es un portátil que puede reemplazar perfectamente a un sobremesa y que se puede conectar con hasta dos monitores con resolución 5K (el 15,4 pulgadas). Sin embargo, no deja de ser un portátil diseñado para movilidad. Y la batería es una pieza absolutamente clave. En todos los casos, los nuevos Pro aguantan hasta diez horas de trabajo sin conectarse al enchufe.

Thunderbolt

Apple no deja indiferente y tiene una legión de detractores igual de numerosa y activa que la de seguidores. La de detractores se suele encender con cada nuevo portátil Mac. "¡Están locos! ¡Un solo puerto USB!", "¡Están locos, no lleva DVD!"... Y, al final, todos pasan por el aro y terminan cambiando puertos, renunciando a disqueteras, bandejas DVD... En esta ocasión, la apuesta es totalmente radical por los conectores Thunderbolt. Completamente compatibles con el que se está convirtiendo en el nuevo estándar USB-C, cada uno de los cuatro puertos del MacBook Pro de 15,4 pulgadas sirve para todo: cargar, conectar dispositivos Thunderbolt, USB-C, transferir datos hasta 40 Gb por segundo...
Pese a mis reticencias respecto a que Apple debería haber dado un mayor paso para ponerse a la cabeza indiscutida en el terreno del diseño, la nueva gama de portátiles con la manzana mordida han arrancado con éxito. Ni lo dice Apple ni yo. Según datos de Slice Intelligence, las ventas on line de los últimos Pro en los primeros cinco días equivalen al 80% aproximadamente de las ventas de MacBooks de 12 pulgadas desde su lanzamiento en abril de 2015. Y son superiores a la suma acumulada de sus competidores Surface Book (octubre de 2015), Asus Chromebook Flip (junio 2015), Dell Inspiron 2-in-1 (mayo 2016) y Lenovo Yoga 900 (octubre de 2015).
Los precios también son pro: los de 15,4 pulgadas comienzan en 2.699; los de 13, en 1.699 sin el Touch Bar y desde 1.999 con la barra de herramientas.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Samsung Galaxy S7 edge, ¿el ‘smartphone’ perfecto?

El móvil estrella de la marca coreana conserva el diseño de la versión anterior, pero mejora prácticamente todas sus prestaciones. Sale a la venta mañana por 819 euros


Afirma un dicho popular que, si algo funciona, mejor no tocarlo. Este ha sido el planteamiento de Samsung con su Galaxy S7 edge, el nuevo smartphone tope de gama de la coreana y un firme candidato a convertirse en el mejor terminal del año. ¿Su secreto? Mantiene todo lo positivo del Galaxy S6 y mejora aquellas características en las que no estaba a la altura.

A imagen y semejanza

Esta declaración de intenciones queda patente nada más posar los ojos en él: en su diseño es difícil apreciar las diferencias con la versión anterior. Así, recurre a la misma estética con los mismos materiales: su carcasa es de aluminio y tanto la parte frontal como la trasera están cubiertas con una capa de cristal Gorilla Glass 4 3D que reduce de manera significativa los arañazos propios del día a día, aunque hace que las huellas queden firmemente marcadas.
Las diferencias en el exterior son tan sutiles como la mejora del acabado, que se ha trabajado para que la integración entre cristal y borde metálico sea más limpia. Ahora, la curva en la pantalla característica de los modelos edge se ha acentuado, curvando asimismo la carcasa trasera y redondeando el borde metálico. Como beneficio adicional, se consigue mayor ergonomía y un agarre más cómodo. Por otro lado, presenta una pequeña mejora en el diseño de la cámara principal, que sobresale menos de la superficie del terminal (solo 0,46 milímetros). Junto a ella, se conserva el flash LED dual y un sensor de ritmo cardiaco que, con la popularidad de los smartwatches o pulseras de monitorización que ya incorporan esta prestación, resultará prescindible para más de uno.

Los deseos, órdenes

Sin duda, una de las cualidades más admirables de este nuevo dispositivo es que Samsung ha tenido en cuenta las peticiones de los usuarios y ha devuelto al S7 un par de características que, si bien estuvieron presentes en anteriores generaciones, habían desaparecido el año pasado con el S6. La primera es la posibilidad de utilizar tarjetas microSD que, en esta ocasión, se insertan en la misma bandeja que la tarjeta nano SIM. Gracias a ello, es posible ampliar el almacenamiento hasta 200 Gb. No está nada mal, ya que los 32 Gb de memoria interna (de los que apenas se pueden usar 25) pueden quedarse cortos muy rápido si se almacena numeroso contenido multimedia.


NOTA Y VEREDICTO


Calidad-precio: ****
Diseño: *****
Innovación:****
Manejo: *****
Extras: ****
Veredicto:
  • Rotundamente bueno
  • Recomendable
  • Neutro
  • Más bien negativo
  • Muy negativo

Del mismo modo, se ha recuperado la resistencia al agua y al polvo gracias a la aplicación de Gore Tex para impermeabilizar el micrófono y el altavoz y a las juntas de goma en el puerto USB y la bandeja de la SIM. Así, el S7 resiste inmersiones a metro y medio de profundidad durante media hora. Por último, y siendo conscientes de los problemas que presentan las baterías de algunos modelos para superar la jornada de uso, se ha apostado por una unidad de mayor capacidad (3.600 mAh). Si bien hace que el grosor y el peso sean un poco superiores, consigue que el smartphone llegue al final del día de forma holgada. Y eso con un uso intensivo, pero si se reduce es posible utilizarlo durante dos días. Una vez agotada, recargarla no tiene por qué resultar un proceso largo ya que el terminal es compatible con el sistema de carga rápida de Samsung, así como con la carga inalámbrica.

Para mirar

La pantalla del Galaxy S7 edge es, simplemente, espectacular. Posee un tamaño de 5,5 pulgadas, un panel Super AMOLED y una resolución de 2.560 x 1.440 píxeles. Esta combinación ofrece contenidos con gran brillo y contraste, un colorido intenso y una nitidez óptima. El único pero está relacionado con su curva, que en exteriores puede provocar más reflejos de lo habitual. Precisamente se ha mejorado el uso que se puede dar a esta zona: sigue siendo un elemento más estético que funcional, pero ahora permite crear accesos directos a más funciones (correo electrónico, modos de la cámara, apps..) y a contactos y páginas web, por ejemplo.
La novedad más destacada es la función Always On Display, que durante los próximos meses se convertirá en una prestación común de muchos modelos del mercado (LG, por ejemplo, ofrece una solución similar en sus últimos lanzamientos). Su objetivo es sencillo: pese a que la pantalla esté apagada, sigue ofreciendo información básica como la fecha, la hora, la batería restante o el número de llamadas perdidas. Todo ello, sin que su uso tenga un impacto significativo en la autonomía del teléfono. Resulta muy curiosa, aunque todavía faltaría algún detalle para conseguir que sea perfecta: el principal, que además de las notificaciones de llamadas o SMS también muestre whatsapps o mensajes de correo electrónico.

¿Cámara o móvil?

La cámara supone una pequeña revolución. Samsung ha apostado por una reducción de la resolución (de 16 megapíxeles del Galaxy S6 a 12 megapíxeles), lo que se traduce en una disminución del nivel de detalle cuando se hace zoom en una fotografía. Estas capturas tienen un formato 4:3, lo que no quiere decir que no puedan tomarse fotografías panorámicas: eso sí, con menos resolución. A cambio, toma imágenes más luminosas incluso en entornos oscuros. Lo consigue mediante la combinación de un objetivo con una apertura f/1.7, el aumento del tamaño de los píxeles del sensor y la tecnología Dual Pixel, que ayuda a que el enfoque sea más rápido. Por todo ello, el salto de calidad en las fotografías es importante, sobre todo en escenas nocturnas, y permite posicionar al terminal entre los smartphones con mejor cámara del mercado. La cámara delantera, por su parte, tiene 5 megapíxeles y f/1.7, además de funciones como la que permite crear un selfie panorámico o iluminarlo con el encendido completo de la pantalla.


LO MEJOR Y LO PEOR


Lo mejor:
-Pantalla
-Autonomía
-Fotografías más luminosas
Lo peor:
-Menos megapíxeles en la cámara
-Calidad de sonido

La aplicación de la cámara es realmente completa. Ofrece las capacidades esenciales desde el modo automático, donde también se pueden aplicar efectos, activar las capturas HDR o el temporizador, entre otros. Luego, incluye otros modos de disparo: desde las capturas panorámicas (que ahora cobran vida y permiten ver el movimiento de personas y objetos) hasta transmisiones en directo, collage de vídeo o cámara lenta. El modo Pro, por otra parte, es el que permite gestionar todos los controles manuales: velocidad de obturación, balance de blancos, ISO, enfoque, exposición...

Máxima potencia

Al echar un vistazo a las especificaciones técnicas, es imposible no fijarse en la incorporación de un procesador Exynos 8890 (desarrollado por Samsung) de ocho núcleos: de ellos, cuatro trabajan a un máximo de 2,3 GHz, y los restantes a 1,6 GHz. Se acompaña de 4 Gb de memoria RAM y una GPU un 64% más rápida que en la versión anterior. La combinación de estas características garantiza un uso fluido del terminal durante todas las tareas y permite editar vídeo, mover aplicaciones y disfrutar de videojuegos exigentes sin que se aprecie ningún retardo. Y para disipar el calor y mejorar el rendimiento, dispone de un sistema de refrigeración líquida que mantiene la temperatura a raya.
En cuanto a software, el protagonista es TouchWiz, la capa de personalización que utiliza habitualmente Samsung en sus móviles y que, en esta ocasión, funciona sobre Android Marshmallow. Aunque cada vez es más ligera, incluye varias apps preinstaladas (y la mayoría no se pueden desinstalar) y ciertas funcionalidades propias, entre las que destacan el asistente de voz S-Voice o la división de pantalla para mostrar dos apps de forma simultánea.


LA COMPETENCIA


- iPhone 6S Plus
- LG G5
- Sony Xperia X
- Nexus 6P
- Huawei Mate 8

El esfuerzo por convertir el S7 en una plataforma ideal para juegos queda patente con la incorporación del Game Launcher, algo así como un centro de juegos en el que se recogen todos los títulos instalados en el móvil y que también permite activar sistemas de ahorro de energía, gestionar las notificaciones y bloquear botones físicos para reducir al máximo las interrupciones durante la partida.

También, plano

Además de la versión edge, Samsung ha lanzado el Galaxy S7 en la versión tradicional, totalmente plana. Los materiales y características son comunes, pero cambian aspectos como el tamaño de su pantalla, que en el caso de esta versión es de 5,1 pulgadas (y misma resolución) o la capacidad de la batería, que se queda en 3.000 mAh. Su precio es algo inferior: 819 euros de la versión edge por los 719 de la plana.
¿Qué más se le puede pedir a un smartphone tan completo como este? Todavía hay algunas características mejorables: mantiene un altavoz de 1,5 vatios situado en el borde inferior del dispositivo que proporciona un sonido correcto pero bastante plano que se queda corto al tomar como referencia las cualidades de su pantalla; y el sensor de huellas, que funciona con el dispositivo bloqueado, pero continúa dando algún que otro problema con la identificación.
Por lo demás, quedan pocas prestaciones disponibles en la actualidad que no están presentes en el nuevo S7. Por lo que hay que mirar al futuro. Por eso, hubiera sido interesante la presencia de un conector USB Type C en lugar del microUSB y que permitiría, entre otras cosas, velocidades de transferencia o de carga más rápidas. Habrá que esperar hasta la próxima versión.


FICHA TÉCNICA


Pantalla: 5,5” Quad HD 2.560 x 1.440 (534ppi) Super AMOLED curvada en los bordes
Procesador: Octa core (2.3GHz Quad + 1.6GHz Quad), 64 bit, 14 nm
Memoria RAM: 4GB RAM (LPDDR4)
Almacenamiento: 32 Gb / Ranura para microSD hasta 200 Gb
Cámara: Trasera Dual Pixel 12 megapíxeles (f1.7), Smart OIS flash LED dual y vídeo 4K; frontal de 5 megapíxeles y f1.7
Batería: 3.600 mAh
Sistema operativo: Android 6.0 Marshmallow
Tamaño: 150,9 x 72,6 x 7,7mm
Peso: 157 g
Red: 4G LTE Cat.9 (450/50Mbps)
Conectividad: Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac (2.4/5GHz), MIMO,
Bluetooth v 4.2 LE, ANT+, USB 2.0, NFC, Ubicación
Sensores: acelerómetro, proximidad, luz RGB, geomagnético, giroscopio,
huella dactilar, barómetro, hall, HRM
Otros: pagos NFC/MST, certificación IP68
Precio: 819 euros

El Galaxy S8 de Samsung tendrá un chasis completo de cristal

Parada completa de motores. Samsung parece estar recomponiendo poco a poco el colapso vivido debido a la tragedia del Galaxy Note 7, y sin la presión ya de los plazos, el gigante coreano quiere hacer una rentré con la que volver a lo más alto en el mercado de los smartphones. Según publica hoy Bloomberg, Samsung presentará a comienzos del año que viene el Galaxy S8, un terminal que por su diseño y prestaciones promete romper con todo lo visto hasta la fecha.
El Galaxy S8 contará con un chasis por completo en cristal con el que logrará, además de una estética de primer nivel, ofrecer al usuario varias ventajas colaterales. La primera de ellas y más llamativa es que, según fuentes "conocedoras del caso", dice Bloomberg, el smartphone carecería de marcos y la pantalla llegaría hasta los extremos, algo que tan buenos resultados le dio en el S7 Edge, pero ahora además extendiendo el cuerpo acristalado por la trasera del terminal. Esta obsesión por ampliar la superficie de pantalla le llevaría también a acabar con el botón home físico de la parte inferior, en un movimiento que nos recuerda en parte al dado por Apple en el iPhone 7.

Esta obsesión por ampliar la superficie de pantalla le llevaría también a acabar con el botón home físico de la parte inferior

En este sentido y aunque los detalles son escasos, la filtración se refiere a que el botón estaría integrado en la propia pantalla en la parte inferior y podría contar con algún tipo de sensor háptico para reproducir al tacto la sensación de pulsación, como en el terminal de los de Cupertino. La otra gran derivada del empleo de un chasis íntegramente acristalado es el adelgazamiento del mismo: se espera que el nuevo S8 sea sensiblemente menos grueso. Y aunque Samsung ridiculizó a Apple en la presentación del Note 7 por eliminar el jack de auriculares en el iPhone, según diversas fuentes, los coreanos harán lo propio en el Galaxy S8.
Así, el fabricante emplearía en el esperado terminal un único puerto USB Type-C mediante el cual los usuarios deberán conectar los auriculares, o bien, lógicamente, hacerlo de forma inalámbrica a través del Bluetooth. La eliminación del jack permitiría lograr un chasis más fino sin perder la capacidad de la batería, que ahora ocuparía parte del espacio consagrado a dicho puerto. Estos cambios en el diseño permitirían a Samsung dar prioridad al tamaño de pantalla y ligereza del equipo sin perder un ápice de la experiencia de uso que. en definitiva. marca la diferencia entre un terminal y otro. Samsung no ha querido ni desmentir ni confirmar el rumor, pero en cualquier caso, tampoco falta mucho para salir de dudas puesto que se espera que el fabricante presente el S8 en el inminente Mobile World Congress que dará comienzo el próximo 27 de febrero en Barcelona.

El innovador recolector de basura espacial con el que Japón quiere limpiar de escombros la órbita de la Tierra

Basura espacial.


Desde acá abajo puede parecer todo muy limpio, pero allá arriba es un verdadero basurero.
El espacio exterior alrededor de la órbita terrestre contiene un estimado de 100 millones de trozos de basura espacial, lo que incluye equipo perteneciente a antiguos satélites fuera de servicio, herramientas y pedazos de cohetes.
Muchos de esos objetos se desplazan muy rápidamente, a velocidades que pueden alcanzar los 28.000 kilómetros por hora y podrían causar accidentes catastróficos y dañar la red de telecomunicaciones satelitales del planeta.
Para hacer frente a este problema, Japón lanzó un recolector de basura experimental con el objetivo de eliminar parte de esta gran cantidad de escombros.
El artefacto dispone de una especie de cuerda de sujeción, hecha de hilos de aluminio y acero, diseñada para reducir la velocidad de estos elementos y eliminarlos de la órbita terrestre.
La empresa japonesa Nitto Seimo Co, que durante un siglo se ha especializado en fabricar redes de pesca, colaboró con la agencia espacial japonesa para desarrollar el material de la cuerda, cuya extensión alcanza los 700 metros.

Incineración espacial

La basura que pulula alrededor de la Tierra se ha ido acumulando durante décadas desde que en 1957 comenzó la exploración del espacio exterior con el lanzamiento del satélite soviético Sputnik.


Empleados de la empresa japonesa Nitto Seimo, especializada en redes de pesca.Image copyrightGETTY IMAGES
Image captionLa empresa japonesa Nitto Seimo, especializada en redes de pesca, ayudó a crear la cuerda recolectora de basura espacial.

El problema se ha ido agravando debido a las colisiones entre los satélites y las pruebas de armas diseñadas para destruir estos instrumentos de comunicación.
El recolector japonés, sin embargo, no tendrá como misión traer esa basura a la Tierra, sino destruirla en el espacio.
Según esperan los investigadores japoneses, la cuerda electromagnética lubricada generará suficiente energía como para modificar la órbita de los objetos, empujándolos hacia la Tierra con el objetivo de que se desintegren al entrar en contacto con la atmósfera.
El artefacto fue lanzado al espacio por medio de una nave de carga autopilotada que despegó del Centro Espacial de Tanegashima, en el Pacífico Norte, y que tiene como destino final la Estación Espacial Internacional.


El recolector de basura fue lanzado al espacio usando una nave de cargo que despegó este viernes del Centro Espacial de Tanegashima.Image copyrightAP
Image captionEl recolector de basura fue lanzado al espacio usando una nave de cargo que despegó este viernes del Centro Espacial de Tanegashima.
La nave de carga autopilotada tiene como destino final la Estación Espacial Internacional.Image copyrightAFP
Image captionLa nave de carga autopilotada tiene como destino final la Estación Espacial Internacional.

Este experimento es parte de una iniciativa internacional que busca dar mayor seguridad a los astronautas, al eliminar la basura espacial.
Este recolector es la propuesta más reciente de una serie de ideas para hacer frente a este problema, que incluye arponear, barrer, enlazar y arrastrar los residuos a la atmósfera para incinerarlos.
Si este experimento funciona se espera que ayude a dar más protección a las estaciones espaciales, así como a los satélites de comunicaciones y de vigilancia del clima.
Pese a que los expertos afirman que reducir los riesgos que enfrenta la multimillonaria industria espacial ofrece enormes beneficios financieros, advierten que -en caso de funcionar- esta propuesta japonesa sólo permitirá destruir las piezas de basura espacial más grandes.
Para eliminar las piezas restantes habrá que inventar un artefacto o un método diferente.

El tío olvidado de Steve Jobs sin el que el iPhone no sería un teléfono tan inteligente

Steve Jobs presentando por primera vez el iPhone.

El 9 de enero de 2007, el empresario más célebre del planeta anunció la llegada de algo nuevo, un producto que se convertiría en el más rentable de la historia.
Era, por supuesto, el iPhone.
Además de sus tremendos réditos -hay sólo dos o tres otras compañías en el mundo que ganen tanto como Apple con sólo el iPhone-, está el hecho de que creó una nueva categoría de productos: el teléfono inteligente.
El iPhone y sus imitadores representan un producto que no existía hace una década y que ahora es un objeto deseado por gran parte de la humanidad.
Pero esos son sólo unos de los hechos obvios sobre el iPhone. Cuando uno explora un poco más, la historia es sorprendente.
Le damos crédito a Steve Jobs y otros personajes sobresalientes en Apple -como su viejo socio Steve Wozniak, su sucesor Tim Cook y su diseñador visionario Johnny Ive- pero algunos de los actores más importantes de la obra han sido olvidados.

Pregúntate: ¿qué hace que un iPhone sea un iPhone?

La economista Mariana Mazzucato hizo una lista de las 12 tecnologías clave para que un teléfono inteligente funcione.


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¿Curios@? Aquí está la lista completa. (Pero te la puedes saltar)
  1. Microprocesores diminutos
  2. Chips de memoria RAM
  3. Almacenamiento en disco duro
  4. Pantallas de cristal líquido (LCD, por sus siglas en inglés)
  5. Baterías de ion de litio
  6. Algoritmos de transformada rápida de Fourier (FFT)
  7. Internet, pues un teléfono inteligente no lo es sin internet
  8. HTTP y HTML, los lenguajes y protocolos que hicieron que internet fuera fácil de usar tornándola en la World Wide Web (WWW) o red informática mundial.
  9. Las redes celulares, porque si no, tu teléfono inteligente no sólo no es inteligente sino que ni siquiera es teléfono.
  10. El sistema de posicionamiento global o GPS
  11. Las pantallas táctiles
  12. El asistente de inteligencia artificial manejado por voz (SIRI)


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Todas esas tecnologías son componentes importantes del iPhone o cualquier teléfono inteligente, y algunas son indispensables.
Pero tras reunir esta lista y revisar su historia, Mazzucato encontró algo inesperado.
El personaje fundamental en el desarrollo del iPhone no era Steve Jobs.
Era el Tío Sam.


Tío SamImage copyrightPIXABAY
Image captionTío Sam, la personificación nacional de Estados Unidos desde 1812, ha estado actuando entre bambalinas.

Los casos famosos

Todas y cada una de las 12 tecnologías que identificó la economista fueron respaldadas de manera significativas por un gobierno, a menudo el estadounidense.
Algunos de esos casos son famosos.
Mucha gente sabe, por ejemplo, que la WWW existe gracias al trabajo de Tim Berners-Lee, quien trabajaba como ingeniero de software en el CERN, el centro de investigación de partículas físicas ubicado en Ginebra y financiado por gobiernos europeos.


La primera página de la historia de la www.Image copyrightINFO.CERN.CH
Image captionLa primera página de la historia de la www.

Internet mismo empezó como ARPANET, una red de computadoras sin precedente fundada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos a principios de los años 60.
La tecnología GPS, por supuesto, era tecnología militar pura y dura, desarrollada durante la Guerra Fría y sólo disponible para el uso civil desde los años 80.
Pero otros ejemplos son menos famosos, aunque igual de importantes.

Traductor de mundos



Gráfico con el que el muy amable Aideini -contribuyente de Wikipedia- trata de explicarnos algo de la transformada rápida de Fourier.Image copyrightAIDEINI
Image captionGráfico con el que el muy amable Aideini -contribuyente de Wikipedia- trata de explicarnos algo de la transformada rápida de Fourier.

La transformada rápida de Fourier es una familia de algoritmos que hicieron posible pasar de un mundo en el que el teléfono, la televisión y el gramófono funcionaban con señales análogas, a un mundo en el que todo es digitalizado y por ende puede ser procesado por computadoras como el iPhone.
El más común de esos algoritmos partió de una intuición del gran matemático estadounidense John Tukey.
¿En qué estaba trabajando Tukey cuando se le ocurrió? Adivinaste: en una aplicación militar.
Específicamente, era parte del comité de asesoría científica del presidente John F. Kennedy en 1963 y estaba tratando de crear algo para detectar cuándo la Unión Soviética probaba armas nucleares.

En la punta de los dedos

Los teléfonos inteligentes no lo serían sin sus pantallas táctiles y su inventor fue un ingeniero llamado E.A. Johnson, que hizo su investigación inicial cuando era empleado de Royal Radar Establishment, una agencia del gobierno británico.
Su trabajo fue desarrollado más en el CERN.


Mano tocando pantalla táctil.Image copyrightTHINKSTOCK
Image captionPensar que hace sólo 11 años, poder cambiar las cosas con sólo tocar una pantalla era ciencia ficción.

Al final, la tecnología multitáctil fue comercializada por los investigadores de la Universidad de Delaware en EE.UU. Wayne Westerman y John Elias, que terminaron vendiéndole su compañía a Apple.
No obstante, incluso en esta última etapa del juego, los gobiernos jugaron su importante rol: Westerman pudo hacer su trabajo gracias a una beca de la Fundación Nacional de Ciencia de EE.UU. y la CIA.

La chica con la voz de silicio

En el año 2000, siete años antes del primer iPhone, DARPA -la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de EE.UU.- le comisionó al Instituto de Investigación de Stanford el desarrollo de un tipo de proto Siri, una asistente virtual que pudiera ayudar al personal militar a hacer sus trabajos.
Una docena de universidades trabajaron furiosamente en todas las diferentes tecnologías necesarias para crear ese asistente con voz.


Pantalla de SiriImage copyrightAPPLE.COM
Image captionLa asistente virtual que se ha vuelto la compañera de tantos empezó siendo militar.

Siete años más tarde, el resultado fue comercializado como una start-up llamada Siri Incorporated.
Fue sólo en 2010 que Apple la compró por una suma no revelada.

Dinero del gobierno... que es tuyo

Respecto a los discos duros, baterías de ion de litio, pantallas de cristal líquido y semiconductores hay historias similares.
En cada uno de los casos hubo brillantez científica y mucha capacidad empresarial del sector privado.
Pero también un montón de fajos de billetes de la cartera pública, por lo general las agencias del gobierno de EE.UU., más precisamente, de algún brazo del Ejército de Estados Unidos.
El mismo Silicon Valley tiene una gran deuda con Fairchild Semiconductor, la firma que desarrolló los primeros circuitos integrados comercialmente prácticos.
Y Fairchild Semiconductor en sus años mozos dependía del ejército.


Comic de celular felizImage copyrightTHINKSTOCK
Image captionSin el dinero de los contribuyentes, los teléfonos no serían tan inteligentes.

Para tenerlo en cuenta

Por supuesto que el ejército de EE.UU. no hizo el iPhone ni el CERN creó Facebook o Google.
Esas tecnologías de las que tanta gente depende hoy en día fueron afinadas y comercializadas por el sector privado.
Pero fueron los gobiernos los que no sólo aportaron los fondos sino también asumieron los riesgos para que todo eso fuera posible.
Y eso es algo que no debemos olvidar cuando ponderamos retos tecnológicos futuros en campos como la energía y la tecnología.

Lo que no le quita lo genial

Steve Jobs fue un genio, sin duda.
Uno de sus proyectos paralelos notables fue el estudio de animación Pixar, que cambió el mundo del cine con su película animada digitalmente "Toy Story".


Steve Jobs con personaje de Toy Story detrás.Image copyrightGETTY IMAGES
Image captionSeguro habría creado otras cosas maravillosas pero los teléfono probablemente aún no serían inteligentes.

Incluso sin la pantalla táctil, internet o la transformada rápida de Fourier, Steve Jobs probablemente habría creado algo maravilloso.
Pero quizás no habría sido un aparato que sacudió el mundo de la forma que lo hizo el iPhone.